¿Residencia de estudiantes o espacio co-living para universitarios?
- Categoría: Diseño interior
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Empieza el otoño, y son muchos los jóvenes que abandonan el hogar familiar para trasladarse a vivir, algunos por primera vez, a otra ciudad. Durante los primeros años universitarios, la opción preferente es la residencia de estudiantes. En la búsqueda del nuevo hogar se tiene muchos factores en cuenta, como son las instalaciones y servicios que ofrecen, la ubicación, el precio… pero es el diseño el que responde a nuestras preferencias emocionales y funcionales. El nuevo hábitat debe de ser un espacio acogedor y confortable que favorezca la experiencia universitaria.
Con la inclusión de las nuevas tecnologías, nuestra forma de entender la vida ha cambiado y por lo tanto el de la vida universitaria. Las residencias de estudiantes deben adaptarse a los nuevos tiempos. Actualmente, las nuevas generaciones viven en espacios “co-living”, comparten además de las clases académicas un lugar en el que vivir.
Existen lugares comunes donde se fomentan el intercambio de ideas, convivencia e interacción entre estudiantes. Estos son el comedor, sala de estudio, zonas de ocio… Espacios livianos con luz donde el introducir un diseño biofílico, aquel que intenta incorporar elementos de la naturaleza en espacios interiores, ayuda al bienestar de las personas, eliminando el estrés y potenciando la creatividad.
La privacidad, en cambio, será localizada en el dormitorio. Debe de ser un espacio destinado al descanso, estudio y almacenamiento. El mobiliario necesario para su disfrute es: una cama individual con almacenamiento, una mesita de noche baja, un escritorio con silla donde estudiar, un par de estantes, un armario donde guardar la vestimenta, un espejo, un conjunto de cuadros para decorar, una lámpara de techo para iluminar y un estor para defenderse del sol.
Para crear estancias amplias en espacios reducidos, se recomienda optar por muebles en tonalidades claros jugando con las texturas y otras tonalidades.
A día de hoy, aún podemos encontrarnos residencias de estudiantes con un diseño austero con mobiliario clásico de los años ochenta y noventa. Ha llegado la hora de renovarse y adaptarse a las nuevas generaciones.